Reflexión ética sobre la (des)igualdad en el acceso a la información
La presencia de los medios de comunicación siempre es asociada a los países occidentales que son aquellos que están más desarrollados; estos medios son de una gran ayuda debido a que facilitan la relación entre las personas y mejorar su vida a través no sólo de la información sino también en la comunicación pero no todo es positivo y aquí voy a analizar dos puntos principales sobre los que reflexionar.
1.- Algunos efectos de la tecnología de la información y la comunicación:
Desde su mismo origen, las tecnologías de la información y la comunicación producen un impacto económico considerable, pues no son sólo adelantos científicos sino instrumentos que contribuyen a disminuir los costos de producción de bienes de consumo.
Las repercusiones sociales de las TIC nos parecen aún más significativas. Los nuevos medios rompen las barreras geográficas borrando las distancias físicas, pero no rompen las barreras sociales y económicas, más bien amplían y reproducen las desigualdades entre los pueblos y entre los sectores sociales; esto quiere decir que el acceso a internet está limitado económicamente.
2.- Televisión, realidad y mundos posibles:
Trabajar, dormir y mirar la televisión son las tres actividades que más tiempo ocupan en el mundo contemporáneo, por lo que resulta indiscutible que la televisión es el medio de comunicación que más influye en la construcción del modelo de sociedad tecnológica que estamos describiendo: sus imágenes y sus personajes se mezclan con nuestra vida.
Los impulsos no realizados influyen en los sentimientos del telespectador y le llevan a veces incluso a la dificultad de diferenciar entre realidad y ficción. Este papel constitutivo de la sensibilidad y la percepción colectivas crea una desconfianza con la industria cultural que se basa en tres temores:
• Que se pueda reducir a la gente al estado de masa y obstaculizar la estructuración de individuos emancipados, capaces de discernir y de decidir libremente.
• Que se pueda reemplazar, en la mente humana, la legítima aspiración a la autonomía y a la toma de conciencia sustituyendola por un conformismo y una pasividad altamente regresivos.
• En suma, se puede extender la idea de que los seres humanos desean vivir extraviados, fascinados y embaucados en la confusa esperanza de que alguna peculiar satisfacción hipnótica les llevará a olvidar, por un instante, el mundo absurdo en el que viven.
Son temores reales si tenemos en cuenta que las horas de televisión superan las que se dedican a casi cualquier otra actividad. No se consigue recordar una sola comida familiar sin la tele encendida; los muebles han sido ubicados en torno al televisor.
Como última conclusión me gustaría destacar que como podemos apreciar en las reflexiones anteriores actualmente las sociedades occidentales somos fácilmente manipulables por lo que, lógicamente, estas tecnologías son beneficiosas para todos pero siempre sabiendo lo que uno hace y con nuestra opinión para evitar caer en este tipo de manipulaciones.